Una de las cosas que más ponemos atención y energía son nuestros vínculos, nos ocupan mucho tiempo de nosotros mismos porque allí es donde habita nuestra Gran Maestría.

Creo que al relacionarnos hay muchas creencias que nos llevan a sostener situaciones vinculares que no son partes de nuestro Ser genuino, por miedo estar solos/as las seguimos sosteniendo. He observado y me he observado en muchos tipos de vínculos y me asombro como el Inconsciente y los programas impuestos nos llevan a relacionarnos de diferentes maneras:

Hay personas que aparecen en nuestras vidas y desde nuestras carencia solo vemos en ellas un cuadro lizo y pintamos ese cuadro desde todo lo que deseamos que ese Otro sea en referencia a nuestras necesidades ya sea una pareja, un amigo etc. Pero con el tiempo nos damos cuenta que esa persona tiene su propio color, su propia textura y cuando entendemos que no puede cubrir sus necesidades con las mías, nos frustramos e imponemos a ese primer cuadro que nunca fue, y este vínculo termina siendo una guerra de poder para lograr el control del Otro generando un hartazgo devastador, es necesario que podamos ver al Otro con claridad y empatía para poder elegir si aceptar su color y compartir ese vínculo o no.

Otros tipos de vínculos son aquellos a los que no podemos soltar, pero que sabemos que no son apropiados para sentirnos libres y volar, porque lo que el otro quiere de mí, no es lo que yo quiero de mi misma/o. Entender quién soy me permite soltar este tipo de vínculos.

Tenemos también aquellos vínculos donde le cedemos el poder al Otro sin poder captar que nos olvidamos de quienes somos de verdad y nos perdemos en el Otro idealizándolo a tal punto de no poder vernos en ese mismo lugar al que pusimos este vínculo, mirarnos con consciencia nos ayuda a entender que ceder el poder es el resultado de perder nuestra confianza básica primordial hacia nuestra persona.

Tenemos también en los que el Otro nos espeja algo de nosotros mismos/as y tomamos eso del Otro para vernos y entender un aspecto de nosotros que no veíamos, ese aspecto puede ser una cualidad a reforzar en nosotros o un aspecto de nuestra sombra a neutralizar en amor y principalmente siendo compasivos con nosotros mismos/as.

Los vínculos con presencia consciente, es aquel que el Otro me ayuda a Recordar Quien Soy , el poder que habita en nosotros, cuando ese valor es mutuo, creo que estamos en el buen camino vincular.

El otro me recuerda día a día quien Soy sin pintarme de otro color que no Soy y me empodera con amor.

La carencia es el resultado de hacerle creer al Otro que le haces falta. La carencia es parte del miedo a que el Otro te haga recordar quien eres.

Caro Ferrero